Lograr la igualdad de géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas
La igualdad de género es un derecho humano fundamental y una cuestión transversal crucial para construir una sociedad inclusiva, para salir del ciclo de la pobreza y para asegurar una educación de calidad para todo el mundo. La igualdad de género supone que se valoren equitativamente a todas las personas y que sus necesidades, sus objetivos y sus comportamientos sean considerados por igual. Aunque hombres y mujeres son biológicamente distintos, cada persona debería sentirse libre de desarrollarse, de hacer sus elecciones y de participar en el proceso de toma de decisiones de su comunidad.
En las últimas décadas, se han hecho algunos progresos para reducir la desigualdad de género. Sin embargo, las mujeres siguen enfrentándose a obstáculos para acceder a un empleo digno, a una educación básica y a una asistencia sanitaria. Son víctimas de violencia y de discriminación y están poco representadas en los procesos de toma de decisiones.
La educación, el trabajo, el empoderamiento y el liderazgo son cruciales para superar estas barreras. La educación permite acceder a conocimientos, capacidades y habilidades, lo que a su vez empodera a las niñas y las jóvenes para que puedan acceder al mercado de trabajo e incrementa la participación y el liderazgo de todas las mujeres en la sociedad. Las mujeres involucradas en la toma de decisiones políticas y económicas pueden contribuir aportando perspectivas distintas y permitir decisiones más informadas e inclusivas.
Todavía el acceso a la educación no es una realidad para todas las personas. Es una cuestión global que afecta más a las mujeres. Dos tercios de las personas analfabetas son mujeres por tanto, la educación de calidad, incluso la formación profesional, requiere que se preste atención especial a la educación y formación de las niñas y de las jóvenes para ayudarlas a alcanzar un futuro personal, social y profesional mejor.